jueves, 20 de diciembre de 2012

TEORÍAS



A veces creo
que existen dos ojos
                 tremendos y difusos
goteando sobre las
aceras.
                Pero
no están,
                           realmente.

La calle me mira riéndose,
y estrechándose las tapias
como una mirada que se aleja,
la piel
comienza a arder.             Destructible.

Creo que
los pájaros también saben
sobre las cuerdas y los músculos y líquidos perdidos

y yo entiendo

               que migren eternamente
                       sobre mi sombra. Al
fin y al cabo
el invierno no es nada más
que alargar la noche. Cambiar
la hora de lugar.

Lo saben las columnas.
Y los paisajes heridos.

Imagino un fogonazo que
se articula sobre los perros
y caen de súbito
         mis
                     párpados. Encendiéndose
sin remedio
mis propias pupilas              ( que lo crearon todo )

Los pulmones se abalanzan sobre  las libélulas,
he retrocedido más de mil
veces
por las escaleras azules
de las pesadillas.


Y aún así.

Aguijoneado por la luz - la luz maldita
que retrocede con los recuerdos-
maniatado,
y mi boca
retorciéndose.            (La ausencia)

Logro mantener en pie los maniquíes,
poner en orden estas piernas en letanía.

Arranco
los jirones de las sábanas
que danzan

todavía.



Es imposible que olvide.


Nunca confié demasiado en mi memoria




(poema reclamado por un tal Braulio Pérez)

domingo, 9 de diciembre de 2012

EL FINAL OCURRE DESPUÉS


Llovía sobre el minuto
32:27 de la película.

Jugueteaba con el
filo del abismo.
Las frases muertas. Los labios.

Cortázar lo sabía.


Ahora verás cómo
me inundo.


q.

viernes, 7 de diciembre de 2012

ESPACIOS PERDIDOS

(gracias Josep)


TIROS AL AIRE


    1. Una jaula fue a buscar un pájaro.
      FRANZ KAFKA


Pretendía escribirlo
pero al final
parecía una cartografía de mentiras,

frases de longitudes espantosas,

Acantilados.


en los márgenes encontré
muy delgadas las venas,
y las disfruté
como la piel de los fantasmas


No era verdad el licor en los tobillos La
Niebla recogida,

Paseaban desnudos sobre las arrugas del mar.

Había geografías de humo cuando
el sudor era inconsciente, Te
miro como miran las presas el anochecer;
no he conseguido
más agujas ni
más escamas,

los sueños siguen
como siempre. Las letras
se tuercen
e imploran, qué
hueco tan amargo entre tu voz,
la mirada no se devuelve en el espejo,
que sólo
unas gotas más para despertar.


Sólo caen
de verdad
los que no han sabido
morir
en pie.


quique




EL HOMBRE Y EL ESPEJO



Llegaste con tormentas en la sien
un instante, un destello
y las víboras quedaron hipnotizadas

Me salvaste
subí a la cresta de la onda

e inventé una ventana, con
la forma de nuestros cuerpos


Y la noche
fue una caída en picado
los márgenes todavía chillan
la melancolía...      los acantilados

La muerte de ese yo


Te cuento esto hipócrita lector
(buen amigo)
Y me pregunto
¿Por qué yo soy yo y no tú?

Tú lo has dicho esta mañana
(y ya sabemos
que las coincidencias no existen)
simplemente:

                  aquí estamos

luchando con los lobos.


(del) josep. (Cárcer, 1992)