Quizá me sucedo en mí mismo. No sé quién pero alguien ha muerto en mi. También ayer olía a desaparición y estaba amenazado por la luz, pero hoy es otro cuchillo delante de mis ojos.
No quiero ser mi propio extraño, estoy entorpecido por las visiones. Es difícil
poner luz todos los días en las venas y trabajar en la retracción de rostros desconocidos hasta que se conviertan en rostros amados y después llorar porque voy a abandonarlos o porque ellos van a abandonarme.
Qué
estupidez tener miedo al borde de la falsedad, qué cansancio
abandonar la inexistencia y
morir después todos los días.
Antonio Gamoneda, "Arden las pérdidas".
Sin duda, toda una experiencia de límites, un romper con la frontera, aunque más que romper, atravesar. Gamoneda nos presenta un viaje a la sombra del yo, al olvido, para encontrar luz en su seno, ser, personas y vivencias que ya estaban dadas por perdidas, que nos hacen llorar, reír y vivir, el recuerdo al fin y al cabo.
Lectura que ama, teme y quema, que arde por sí sola, que es destrucción y asentamiento, la exploración de la existencia con la palabra y su sufrimiento.
Como ya se ha dicho, casi a todos sus efectos, una verdadera poética de frontera.
Sobre él:
http://es.wikipedia.org/wiki/Antonio_Gamoneda
http://amediavoz.com/gamoneda.htm
http://www.cervantesvirtual.com/bib_autor/antoniogamoneda/
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Aviso importante: el poeta Viktor Gómez publicó hace poco su poemario "INCOMPLETO" que se puede conseguir en la Librería Primado, no os lo podéis perder!!
UN SOLLOZO DEL FIN DEL MUNDO de MATÍAS ESCALERA CORDERO (fragmento IV)
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El crecimiento de la población mundial, el consumo de bienes y de
mercancías y la urbanización del planeta produjeron, durante un tiempo, el
incremento...
Hace 4 horas
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