Navegando por el facebook me he detenido en un post del poeta y hermano Víktor Gómez, en el cual aparecía José María Gómez Valero. Aquí la dirección:(http://viktorgomez.blogspot.com/2011/03/jose-maria-gomez-valero-sonrisa-de.html)
Sinceramente conmovedor, para mí desde que leo este poeta siempre he creído que es el poeta español vivo que más ternura, dulzura, rabia, pena y sientimiento transmite.
Sin más palabras, juzgarlo vosotros, aquí un poema de su poemario Travesía Encendida, Ed. Vitruvio:
A veces, en la mañana,
el amor se hace despacio
sobre sábanas viejas,
y los cuerpos se niegan el saludo
y luego se precipitan, y se ajustan,
y así negocian y conviven,
como la arena y el escombro.
Y luego penumbra y pena
una cocina sucia
una escalera fría
una puerta cansada
que se abre
y se cierra.
Es la desgracia, amor,
que esta mañana
nos ha encontrado
revueltos
en rabia
en penumbra
y en vela.
José María Gómez Valero.
Olor a tabaco
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Hoy se llevó la grúa el coche de mi padre.
Llevaba años bajo un galpón azul.
Un viejo carpintero había desarmado el motor
en busca de metales precios...
Hace 23 horas
3 avisos desde la frontera:
vaya, Enrique, eso mismo creo yo, que es un poeta desde la compasión y la esperanza, en el coraje y la resistencia, en la indómita intemperie de una escritura que se respira, en una vida que transcrita queda desde la palabra itinerante, desde la frescura y niñez sabia de quien rehuye de los fanatismos y supera los miedos amando.
No menos que Miguel Ángel García Argüez, David F. Monthiel, Carmen Camacho o David Eloy, aunque ellos desde su singular e inconfundible dactilografía.
Delicada y exquisita.
Pasa sin hacer ruido, son embargo penetra.
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