Escribimos este manifiesto desde la frontera y desde allí observamos el mundo. Asumiendo que nuestra mirada no es inocente, anunciamos que apreciamos la realidad desde nuestra ideología libertaria y, que precisamente por ello, nuestra mirada apunta a trasformar la realidad. Una ideología, no una opinión sino una verdad, la nuestra, siempre dialéctica y en crítica para no caer en dogma. Una verdad en conflicto con otras, que por el contrario, niegan su propia ideología y evitando el conflicto con la nuestra, muchas veces pretenden erigirse como única verdad posible.
Ya basta del todo vale, de tu opinión es tan válida como la de cualquier otro. Ya basta del respeto irreflexivo, de la tolerancia acrítica. Nosotros somos intolerantes e irrespetuosos con todo autoritarismo y, por tanto, con unas prácticas literarias inmersas hasta el fondo en unas relaciones de poder que reniegan de la trasformación, cada día más necesaria, de este mundo. Ya basta de tanto “buen rollo”. Sospechamos de todas las personas que proclaman escribir Literatura, pues no es este concepto otra cosa que un producto del mercado, un producto burgués al fin y al cabo. Sospechamos de todas las personas que proclaman escribir Poesía, pues la Poesía no se escribe, sino que se practica activamente.
Por eso nosotros: No escribimos Literatura. No escribimos Poesía. Reclamamos un espacio de auto-gestión poética y para el logro del mismo pondremos todo nuestro empeño. Por eso abandonamos un espacio, el de la Literatura, no porque haya sido conquistado por el Poder, sino porque fue creado por él y según sus normas del juego. Rechazando esas formas aspiramos a alcanzar un espacio radicalmente diferente, opuesto y por eso necesariamente en conflicto con el Poder. Un espacio no delimitado donde será necesaria, por encima de todas las cosas, la Esperanza.
No escribimos Poesía sino que apuntamos a mucho más que eso. Entendiendo la escritura como un elemento más de nuestra praxis, apuntamos a escribir sin limitar nuestro campo de acción a la Poesía, esa Poesía escrita en mayúsculas que poco tiene de poética y mucho de despótica. Apuntamos, por tanto, al acto revolucionario de romper los límites impuestos y a la construcción de espacios realmente poéticos, espacios auténticamente libres.
Ya basta del todo vale, de tu opinión es tan válida como la de cualquier otro. Ya basta del respeto irreflexivo, de la tolerancia acrítica. Nosotros somos intolerantes e irrespetuosos con todo autoritarismo y, por tanto, con unas prácticas literarias inmersas hasta el fondo en unas relaciones de poder que reniegan de la trasformación, cada día más necesaria, de este mundo. Ya basta de tanto “buen rollo”. Sospechamos de todas las personas que proclaman escribir Literatura, pues no es este concepto otra cosa que un producto del mercado, un producto burgués al fin y al cabo. Sospechamos de todas las personas que proclaman escribir Poesía, pues la Poesía no se escribe, sino que se practica activamente.
Por eso nosotros: No escribimos Literatura. No escribimos Poesía. Reclamamos un espacio de auto-gestión poética y para el logro del mismo pondremos todo nuestro empeño. Por eso abandonamos un espacio, el de la Literatura, no porque haya sido conquistado por el Poder, sino porque fue creado por él y según sus normas del juego. Rechazando esas formas aspiramos a alcanzar un espacio radicalmente diferente, opuesto y por eso necesariamente en conflicto con el Poder. Un espacio no delimitado donde será necesaria, por encima de todas las cosas, la Esperanza.
No escribimos Poesía sino que apuntamos a mucho más que eso. Entendiendo la escritura como un elemento más de nuestra praxis, apuntamos a escribir sin limitar nuestro campo de acción a la Poesía, esa Poesía escrita en mayúsculas que poco tiene de poética y mucho de despótica. Apuntamos, por tanto, al acto revolucionario de romper los límites impuestos y a la construcción de espacios realmente poéticos, espacios auténticamente libres.
Poetas en la frontera
2 avisos desde la frontera:
Pues yo sí escribo Literatura y escribo Poesía y estoy harto de demagogia acrática o democrática. El espacio de la Literatura y de la Poesía, que no pertenecen a las masas, ha sido invadido por el poder y la turba. Este es el espacio que reclamo. De modo que los que escriben literatura y poesía, o lo que sea, hacen bien en situarse en los confines para que en el campo de batalla no haya "daños colaterales".
Antonio Tello:
Nosotros consideramos (quizás seamos acríticos si así quieres verlo pero estoy convencido de que no somos confusos sino más bien muy concretos) que la Literatura no ha sido conquistado por el Poder sino creada por él como concepto, como forma de limitar nuestras posibilidades creativas. Para aclarar esto lanzamos una pregunta muy sencilla: ¿eran las pinturas rupestres Arte? ¿somos tan ingenuos de pensar que los hombres y mujeres que pintaron aquellas cuevas se autodenominaban artistas? El Arte (como la Litaratura y la Poesía) lo inventa el Poder.
Consideramos también que valorar la Litaratura y la Poesía como una posesión ("no PERTENCEN a las masas") es clara señal de que desde posiciones como las tuyas se aboga por una restricción y privatización de la creatividad. No podemos menos que oponernos a posturas como estas. ¿Aquellos que compran tus libros son conscientes de que los consideras inferiores a tí, no aptos para la Literatura? no creemos que les hiciese mucha gracia... el espacio que reclamas no tienes porque reclamarlo porque ya está dado, no te esfuerces, no agotes tus fuerzas, es un espacio al servicio del silencio, la ceguera y el olvido.
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