a taconazos
la luz
soportando la nieve
sobre las sábanas,
a raudales
el aire que se encierra en la estancia,
no im
porta que susurren los insectos
un final trágico
no importa.
con soberbia
la luz,
soportando la cuna en la sombra,
sabe
a
distancia frívola,
revolución de espejos
y te digo
entonces, amor, con locura, la luz,
los cuerpos
los cuerpos
nuestros cuerpos
Enrique Martín.
Olor a tabaco
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Hoy se llevó la grúa el coche de mi padre.
Llevaba años bajo un galpón azul.
Un viejo carpintero había desarmado el motor
en busca de metales precios...
Hace 23 horas
2 avisos desde la frontera:
me encanta..:) un besito!
Este es escalofriante. Has hecho un poema de cada verso, lo único que no me gusta es que los insectos SUSURREN un final trágico, me parece demasiado delicado en comparación con el resto del poema.
Besos!
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